RELACION ESPACIO - TIEMPO EN LA TEORIA JUNGUIANA
Por: Fernando R. Goñi
El presente trabajo es una disertación realizada durante el mes de Julio de 1991, en la Sede de la Asociación de Ex - becarios de la O.E.A. ( Organización de Estados Americanos ), con motivo de celebrarse el Primer Simposio de Pensamiento Junguiano, en conmemoración del trigésimo aniversario del fallecimiento de C. G. Jung.
El Dr. Goñi trabajo en Química molecular en el New York ( U.S.A.) Hospital y actualmente es Director del área en Montevideo , Uruguay.
"Hay un curso común, un aliento común, todas las cosas están en simpatía”.
Todo el organismo y cada una de sus partes trabajan en conjunto para el mismo propósito...
El gran principio se extiende hasta la parte más extrema, y desde la parte más extrema retorna al gran principio, a la naturaleza única, " ser o no ser ".
A partir de ese pensamiento de Hipócrates y, resumiendo todo aquello que lo impresionó en el Tao, Pico de la Mirándola, y por supuesto el Universo mismo; Jung expresó:
"El principio universal se encuentra aún en la partícula más pequeña, la cual por lo tanto corresponde al todo"
Este preámbulo y lo que sigue, tienen por objeto explicar como ha llegado hasta aquí, un bioquímico dedicado a la inmunología básica, que diserta " invitado " en un Simposio dedicado a la vida y obra de Carl G. Jung.
Por un lado como ser humano mi pensamiento siempre se interesó en el supuesto paso del tiempo y la trascendencia del individuo.
Crecí signado por el dicho latino " fugit irreparabile tempus " ( la fuga irreparable del tiempo ), cuyo concepto nunca me convenció, aunque sí ciertamente me perturbó y tantas veces me desanimó.
En cada momento de la vida debía aprovechar entonces esa frontera fugaz que era el tiempo. Recibí un rudimentario microscopio con el que aprendí a observar dentro de los pequeños espacios que veía como un todo; y para no perder un instante, levantaba la vista y miraba el cielo. Me interesé en escrutar el Universo desde la miopía humana, sintiendo entonces lo pequeño que era, y comprendiendo que muy probablemente ocupaba una posición intermedia en un espacio físico que no llegaba a abarcar en toda su dimensión .
Presentía el Todo, el Universo en general y en particular sus partes más pequeñas. Sin embargo con la mente, podía llegar a recorrer y pasar las fronteras que físicamente ni siquiera podía ver.
La imaginación es por lo tanto la primera forma de relación en el espacio universal, es el puente entre la persona física constreñida a un magro espacio del Universo, y el inconsciente que lo abarca.
Hacia un lado y hacia el otro mi imaginación, o percepción, o inconsciente siempre ha podido viajar a mayor velocidad y mucho mas lejos que los sentidos físicos ayudando a explicar la perfecta armonía física que existe desde lo más pequeño a lo más grande.
Como corolario podría decirse que en el universo físico la fase limitante es el espacio y el tiempo, que es sobre lo que tendría que referirme originalmente.
No puedo penetrar dentro de un átomo, ni tengo tiempo de llegar con la vida al supuesto confín del Universo; sin embargo puedo presentir todo porque soy parte de ello y por lo tanto estoy y soy tanto en uno como en el otro. Este paradigma especial de la mente como reflejo del infinito es posible en realidad si en un determinado nivel, espacio y tiempo son relativos o no existen.
De ahí el interés en el tema en el cual por supuesto soy un " jugador amateur " y no un experto.
Sin embargo para llegar hasta aquí existieron hechos " sincronísticos " que llevaron a encontrarme y re - encontrarme, durante 35 años, con Horacio Ejilevich Grimaldi , a él conmigo y a ambos con Jung en forma causal pero no casual. Sobreentendiendo que al hablar de Jung y la relación espacio - tiempo, el término Sincronicidad surge por antonomasia.
Jung elaboró su teoría de la Sincronicidad a partir hechos que le sucedieron y le dieron ese pre-conocimiento entre 1914 y 1921. Él decía que tenía elaborado en sí mismo, presentido, el conocimiento o el saber de lo que era la Sincronicidad. Sin embargo esperó más de 30 años hasta llegar a publicarlo, y lo hizo después de muchos cabildeos en Zürich en 1952.
Existen varias conjeturas sobre porque Jung no había publicado antes su teoría sobre la Sincronicidad; pero desde mi óptica y a los efectos de mi persona diría que Jung esperó para hacerlo hasta el día en que yo nací. Para mí en particular, ambos hechos que tienen significado y no tienen causas relacionadas, por lo tanto conforman un hecho sincronístico a la vez sincrónico. Llegué a verlo mucho más de treinta años después y aún así tuvo un gran impacto, lo cual me dio la noción que los hechos sincronísticos deberían ser intemporales, por lo que serían a la vez como una predicción y su reverso.
Este hecho adquiere significado sólo en el momento en que tomo conciencia de él, y "mirando" entonces hacia el hecho, éste ocurre en un futuro cercano, e instantáneamente pasa a ser el pasado reciente, aunque en la realidad ha sucedido en el pasado, 37 años antes. Y aquí comienza realmente el análisis de la relación espacio-tiempo en la teoría de C. G. Jung .
Él definió Sincronicidad de esta forma:
" Elegí este término porque me parece un criterio esencial la ocurrencia simultánea de dos eventos significativos pero no conectados casualmente. Por lo tanto uso el concepto general de Sincronicidad en el sentido especial de coincidencia e el tiempo de dos o más eventos no relacionados causalmente que tienen el mismo o similar significado, en contraste con "sincronismo", que simplemente significa la ocurrencia simultánea de cierto esta psíquico con uno o más eventos externos que aparecen como paralelamente significativos por el estado subjetivo momentáneo y, en ciertos casos, vice-versa"...
Esta definición, se debe tomar en cuenta particularmente cuando es una cuestión de eventos futuros. Son evidentemente no "sincrónicos" pero si "sincronísticos", desde que se experimentaron como imágenes en el presente como si el evento objetivo ya hubiese existido ".
Jung decía que:
"... La Sincronicidad tiene que ver con la relación espacio-tiempo, y tiempo y espacio son coordenadas para describir el comportamiento de cuerpos en movimiento".
Quizá la formulación teórica sobre Sincronicidad de Jung hubiese variado si no hubiese muerto antes de la enunciación de la teoría del Big-Bang de Stephen Hawkins, que para la mayoría de los mortales es un enigma que podemos presentir no así comprender. Esta teoría puede resumirse en que en el "principio" toda la materia del universo, la material real, estaba compactada. No existía ningún tipo de espacio vacío, y ocupaba un pequeño espacio mensurable en dimensiones terrestres. A partir del Big - Bang, estallido inicial, es que el Universo comienza a formarse y expandirse, lo cual conlleva un concepto determinista de los sucesos posteriores al límite.
Eso le hubiera dado Jung un elemento importante, pues introduce en el campo físico el causalismo absoluto, o sea, existe una causa original, esa causa original va a dar una serie de efectos, y cada uno de esos efectos se convertirán en causas. Cada una de las situaciones que se suceda de ahí en más va a tener más causas que la produzcan, pero siempre estarían predeterminadas. Cuando hablamos de un evento causal, o como hablaba Jung de eventos acausales, simplemente es que no conocemos todas las causas que lo pueden determinar. Sin embargo, todo esto, aunque físicamente nosotros podamos intentar explicarlo, en cierta firma, es relativo ya que si bien no existen eventos sin causas, cuanto más causas produzcan un efecto, su influencia particular se hace nimia y el evento sucede al "azar" y se convierte en "acausal".
Esta paradoja trataremos de llegar a explicarla un poco más adelante. Jung decía entonces:
Para la psique inconsciente espacio y tiempo aparentan ser relativos, esto quiere decir, el conocimiento se encuentra él mismo en un continuo espacio-tiempo, en el cual el espacio no es más espacio, ni el tiempo, tiempo".
Este es el punto más importante dentro de la teoría de Sincronicidad de Jung.
Él pensó que había llegado a comprender mucho más allá pero no lo quiso describir, por causas que desconocemos.
Su justificación fue que lo que había llegado a comprender de la Sincronicidad era demasiado perturbante para la Ciencia de su momento, y no le correspondía a él, más que haber delimitado lo que ya había dicho, sin ir más allá puesto que podría producir efectos caóticos que no podía mensurar.
Trataré ahora, luego de haber delimitado lo que Jung describió como Sincronicidad, es destruir o relativizar la empiria junguiana de hechos sincronísticos. Y lo haré por una razón que es conceptual, ya que su concepto es lo que debe tener validez.
Supongamos que la Sincronicidad existe. Sin embargo las explicaciones empíricas de Jung fueron solo justificaciones momentáneas para tratar de darle validez a una teoría que él sabía sería cuestionada. Ciertamente varios ejemplos pueden ser debatidos, y rebatidos científicamente, con mayor o menor dificultad según el caso.
Por ejemplo la famosa historia en la que una paciente le relató un sueño en el cual el tema central era el escarabajo dorado, al tiempo que Jung sintió un ruido en su ventana y al abrirla entró un escarabajo, lo que para él fue una gran revelación...
Trataré de encontrarle causas relacionadas para que deje de ser un hecho sincronístico. Llevando a un plano físico los arquetipos que Jung teorizó en un plano psíquico, podríamos decir que nosotros llevamos también físicamente todo aquello que nos antecede desde la primera molécula original que se empezó a interpolar y extrapolar para producir lo que llamamos vida –la cantidad de ADN que llevamos en nuestra célula da cierta validez a este presupuesto.
La mujer, que en su momento tiene un sueño que para ella es significativo, aunque no llegue a comprender, acerca del escarabajo dorado; podría retrogradarse físicamente a una situación remota, en la cual, produciría un cierto tipo de feromonas, que son hormonas de atracción sexual para las cuales nosotros hemos perdido la concientización de su olfato, pero que los demás animales e insectos poséen. Estas feromonas podrían parecerse a las producidas por los escarabajos. Un escarabajo tiene la propiedad, para asegurar la copulación como parte de su adaptación para la supervivencia, de poder detectar una parte por millón de esa feromona a varios kilómetros de distancia y dirigirse hacia ella. Si lo pensamos de esa forma, nosotros podríamos llegar a explicar causalmente, de una forma física; la relación de los dos hechos hasta la aparición del escarabajo en la ventana y el golpeteo, como por otra parte lo hacen al atardecer contra tantas ventanas los escarabajos de varias partes del mundo.
Incluye Jung entre los ejemplos de Sincronicidad la telepatía comprobada por Rhine con barajas. En el cual halla validez. La experiencia se basa en que las barajas fueron mezcladas para evitar toda intervención humana que pudiera ser cuestionada. Hoy sabemos - se comprobó en Las Vegas como era de suponer - que existe un determinado número de veces que debe mezclarse un mazo de 52 cartas para lograr el máximo de desorden sin una secuencia que pueda ser eventualmente develada. El experimento se realizó solo con 25 barajas y sin tomar en cuenta ese factor. Pero aún así existe gente que puede tener una idea, física, de cual es la secuencia. Por lo tanto la comprobación del hecho telepático – tener 10 aciertos sobre 25 que estadísticamente es mayor que las chances al azar - puede perder su validez si se puede relacionar el mezclado con la secuencia.
También los hechos concurrentes pueden ser cuestionables.
Su ejemplo fue el de una persona que recibió el mismo un ticket del tranvía , uno del teatro, y un número por teléfono con exactamente la misma numeración.
Probablemente en los años ´30, cuando el suceso ocurrió, la numeración de cada uno de ellos era de no más de cuatro dígitos. Ellos se van entregando permanentemente hasta que en alguna ciudad, algún día se dan todos en la misma numeración para una persona. El hecho es simplemente raro, pero tiene una causa y una explicación, por lo tanto la conjunción de los tres hechos idénticos produce un evento que puede ser relacionado causalmente y por lo cual no debería ser llamado sincronístico.
Si bien investigando las relaciones causales, más o menos obvias, del resto de la casuística junguiana, podría debatirse su validez científica; es innegable que Jung pudo extrapolar del trasfondo de ciertos hechos –que vale decir producían un efecto cognoscitivo más profundo en él que en sus pacientes- lo que se podría llamar el saber absoluto que existe en el Universo sobre la Sincronicidad.
Sin embargo es el mismo Jung quien trató metodológicamente de adecuar el acausalismo de su casuística al acausalismo de su teoría, pues su validez frente al resto del mundo científico, dependía de ello como así lo expresó al decir que:
De todo ello se desprende que lo importante es la percepción acausal del hecho y no tanto que en sí éste lo sea.
Desde otro punto de vista se podría decir que si todos los hechos son totalmente causalísticos y todo está totamente predeterminado, el tiempo como tal no existe.
Si un evento va a suceder en el futuro, y realmente va a suceder, por el determinismo absoluto, deja de ser un evento y pasa a ser un hecho que en realidad, ya sucedió en otro plano de lo que llamamos tiempo. Sería también parte del pasado ya que el presente es solo un nexo entre ambos.
Este sofisma , pues no es mas que eso, serviría para reconocer que el concepto de tiempo si se puede tomar de una forma dual, estaría en armonía con el resto del universo.
La Sincronicidad adquiere mayor importancia pues pasa a ser una relación intemporal. Se debe buscar el nexo que relaciona a la Sincronicidad con el carácter dual del tiempo dándole significado.
El concepto que introduciría es que en realidad tenemos dos universos paralelos, uno físico del cual conocemos ciertas leyes como por ejemplo la causalidad o acausalidad y la linealidad del tiempo; y un universo psíquico del cual todavía no conocemos las leyes que lo rigen aunque éstas estén rigiendo.
Sí percibimos algunos de los elementos que conforman este universo psíquico como ser la voluntad y el significado; y por definición del concepto de tiempo, a nivel psíquico, éste no existiría.
Como corolario podríamos decir que la relación intemporal entre el universo psíquico y el universo físico produciría los hechos sincronísticos.
En los últimos párrafos del libro " Sobre la Sincronicidad ", Jung escribe que:
Probablemente Jung no logró verificar lógica y científicamente estos hechos, pero por lo antedicho, deberíamos suponer que los hechos sincronísticos ocurren, en la realidad con mucho más frecuencia de lo que se puede comprobar.
Aún más:
Debo remarcar otra vez la posibilidad de que los hechos de relación entre " el cuerpo y el alma " deban ser entendidos como sincronísticos, y en realidad , la Sincronicidad es la relación intemporal y por lo tanto acausal entre ese universo psíquico "el alma " y el universo físico que es " el cuerpo ".
Robert Aziz en su libro sobre Jung "Sincronicidad y Religión " dice que:
Por otro lado Jung dice :
En realidad Jung ya presentía la relatividad del tiempo, y del espacio en uno de los universos, en ambos o en su interrelación. Escribió esto como una admonición. Pero una admonición en cierta forma encierra un principio certero. Jung estaba seguro de lo que estaba diciendo, simplemente perdió mucho tiempo en tratar de explicar al mundo científico del momento la Sincronicidad a través de ciertos ejemplos. Por lo tanto Jung no llegó a darle forma científica y racional a lo que supuestamente conjeturó en el final de su vida.
La sincronidad será pues la relación intemporal entre la psique y lo físico, y por lo tanto la mayoría de los hechos deben ser sincronísticos. Sin embargo la relación vuelve sincronística cuando podemos comprenderla y darle un significado. Es allí que conceptualizamos la Sincronicidad aunque la Sincronicidad ya existe. Intemporalmente y por lo tanto acausalmente explicamos el hecho sincronístico.
Para terminar quisiera tratar de esbozar el porqué, el qué, la importancia y el significado de la Sincronicidad y los hechos sincronísticos.
Los hechos sincronísticos que se producen al ser la relación intemporal de psiqué - físico son la norma de nuestras vidas aunque pocas veces los reconozcamos como tales.
La Sincronicidad es nuestra relación con el Universo total, Psíquico y Físico y por lo tanto nos conecta con el inconsciente.
La Sincronicidad y los hechos sincronísticos nos dan la oportunidad de comprender la forma de ponernos en equilibrio con la simetría del Universo, y por lo tanto con nosotros mismos y con el medio que nos rodea. El significado de la Sincronicidad es que la homeostasis universal es a -temporal y a - espacial.
Muchas gracias...
Nota de la Redacción: "Cuadernos de Pensamiento Junguiano" es una publicación semestral de la Fundación C. G. Jung de Psicología Analítica. Los trabajos se encuentran protegidos bajo las leyes de Propiedad Intelectual de la Nación y pueden ser mencionados, respetando su autoría y origen. La Fundación no se responsabiliza por el contenido u opiniones de los mismos.